Su aplicación consiste en colocar una inyección intradérmica en la zona afectada, cuello, hombro, codo, rodilla, cadera, tobillo, pie y columna vertebral. Así como en aquellas afecciones de tendones y ligamentos; las más frecuentes son, espolón calcáneo, hombro congelado, bursitis, roturas de tendones, y en cicatrices hipertróficas, en algunos procesos inflamatorios estudios demuestran que la aplicación interarticular del PRP muestran una mejoría significativa luego de su aplicación, también se puede decir que tiene un efecto antiinflamatorio, analgésico en procesos Post operatorios, es importante que el Fisioterapeuta que emplee esta técnica debe tener el criterio luego de valorar y evaluar al paciente ya que en todos los casos no es recomendable como mencioné anteriormente, todo dependerá de la condición que se encuentre el paciente, el tipo de lesión y el correcto seguimiento, sin embargo no se ha tenido efectos adversos luego de su aplicación. Donde el proceso es el siguiente:
PASO 1: Extraemos sangre del paciente, como en una analítica común.
PASO 2: De ella sacamos la parte rica en factores de Crecimiento PRP y activamos estos factores.
PASO 3: Volvemos a inyectarte el Plasma Rico en la zona afectada.
Con esta técnica inducimos al cuerpo a realizar su proceso natural para regenerar los tejidos o cicatrizar lesiones, de una manera potenciada y acelerada.
Es una intervención sencilla, poco invasiva muy corta generalmente entre (15-25) minutos y no más dolorosa que una inyección normal, de ahí que en la mayoría de los casos se realiza sin anestesia.